3 estadounidenses asesinados en Ciudad Juárez

Tres personas vinculadas al consulado de EE.UU. en Ciudad Juárez, México, murieron en un tiroteo en la ciudad fronteriza, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca,  a la CNN el domingo. Una de las víctimas era una empleada estadounidense en el consulado. Su marido y el marido de una empleada del Consulado de México también fueron asesinados. El incidente ocurrió la tarde del sábado, dijo el funcionario. Los detalles de las muertes no estaban disponibles de inmediato, pero la noticia había llegado a la Casa Blanca.

El Presidente está profundamente entristecido e indignado por la noticia del brutal asesinato de tres personas relacionadas con los Estados Unidos en el Consulado General en Ciudad Juárez", aseguró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer en un comunicado. "Él extiende sus condolencias a las familias y condena estos ataques contra el personal consular y diplomático que presta servicios en nuestras misiones en el extranjero. En colaboración con las autoridades mexicanas, trabajaremos sin descanso para llevar a sus asesinos ante la justicia." En respuesta, el Departamento de Estado de EE.UU. autorizó la reubicación temporal de las familias de los empleados que trabajan en la zona fronteriza de consulados. Las familias de los empleados en EE.UU. de los consulados en Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Monterrey y Matamoros, se les permite salir durante un período de 30 días "en respuesta a un aumento de la violencia a lo largo del lado mexicano de la frontera con los EE.UU. dijo el portavoz del departamento de estado al canal de T.V. CNN.

 Después de 30 días, la autorización puede ser renovada, en función de una revisión, dijo Lash , agregando que esto no era una evacuación obligatoria. Ciudad Juárez es uno de los principales frentes en la guerra de México contra los cárteles de la droga que operan en su territorio. Juárez, situado en la frontera frente a El Paso, Texas, se ha convertido en un centro de coordinación de la lucha contra el presidente mexicano, Felipe Calderón, los esfuerzos de la droga después de la matanza del 31 de enero a 15 personas que, en su mayoría eran estudiantes, sin vínculos con la delincuencia organizada. El incidente provocó la indignación en todo México.

La policía del estado en la pequeña ciudad de Ajuchitlan se encontraban en una alerta de seguridad mayor.
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